viernes, 13 de octubre de 2017

Fireflies

Today the flutes did not sound.
A flower bloomed in the drum´s belly.
The corn remained in the ash.
Who will make the mote?
Who will make the chicha?
Who stole the girl´s smile?


They say the country was a joy;
making sedes explote,
making way for the ants,
sharing food, rain, the work.
In whose hands is the earth?
And where are they that fall in love with her?


Could they be, perhaps, swaying God on their shoulders?
Or changing their arrows for wings?
Or filling their lungs with universal breath
that will save the people from their evil?
Will they return wrapped in a storm?
as in the old legend.
Will they come son to light what they have left?
As fireflies that announce themselves in the immense night.
Full of fire and purity,
like a new moon.
Like the birth of the Putumayo river,
like a clear sky
wounded by the flight of a macaw.


The instruments continue were they were,
but the absence has not been in vain:
The ants and the peoples have organized.
And the wise Camenstsá people have taught:
that following the stars, is to never forget them.


Poema incluido en la Memoria del 27° Festival Internacional de Poesía de Medellín. Julio 2017


LUCIÉRNAGAS


Hoy no sonaron las flautas.
Al tambor le creció una flor en la barriga.
El maíz se quedó en la ceniza.
¿Quién hará el mote?
¿Quién hará la chicha?
¿Quién le robó a la niña la sonrisa?

Dicen que el campo era una dicha;
hacer estallar las semillas,
ceder el paso a las hormigas,
compartir la comida, la lluvia, la minga.
¿En qué manos la tierra,
y en dónde están los que se enamoraron de ella?

¿Estarán, tal vez, meciendo a Dios en sus espaldas?,
¿o cambiado sus flechas por alas?,
¿o llenando sus pulmones del aliento universal
que sanará al pueblo de su mal?
¿Volverán envueltos en una tormenta?,
como en aquella vieja leyenda.
¿Vendrán pronto a iluminar lo que dejaron?
Como luciérnagas que se anuncian en la noche inmensa.
Llenos de fuerza y pureza,
como una luna nueva.
Como el nacimiento del río Putumayo.
Como un cielo claro
herido por el vuelo de un guacamayo.

Los instrumentos siguen donde quedaron,
pero la ausencia no ha sido en vano:
las hormigas y los pueblos se han organizado.
Y el sabio camëntsá ha enseñado:
que seguir las estrellas, es nunca olvidarlos.

jueves, 12 de octubre de 2017

LA LAGUNE DU COLIBRI


J’ai n’apporté pas le chant de ces oiseaux.
J’ai ne sillonné pas ton ciel en rapide vol.
Je suis uniquement celui qui contemple :
L’aspirant au l’éternel, au feu, à la forêt.
Au vert complément.

Mon enfance a marché
Sur l’empreinte du jaguar.
Ruisseaux cristallins
Ont embrassé mon âme.
Et comme ça j’ai découvert l’amour
Pendant que je jouais être mieux.

Ta chanson a eu plus pouvoir
Que mon silence,
Et depuis ce temps…
Je transmettre mon tapage des rêves
à chaque univers.
Ton corps est remède
Il est aussi aliment. 

Je remercie la force de ta tendresse,
Le premier instant dans tes plaines.
Tes matins du soleil et de tempête.
L’arc en ciel à la porte,
La sourire de ma grande mère.

Il est en-moi ton harmonie naturelle,
Traverser tes sentiers,
Est aller en moi-même.
Et même si je reste loin,
Je ne me détache pas de toi.

Mes verses se présentent
à ton ventre,
à travers de moi
Il passe tout ce que tu es.
Terre humide, terre fertile
Lagune du colibri
Vent interminable.

Ne sois pas surpris
Si je reste immobile,
Si je deviens forêt,
Si je suis le feu.
Tout ce que je veux est
D’être ton complément. 

Pedro Ortiz
Traduction en français : Natalia Arias. 


Laguna del Colibrí  


No traje el canto de estas aves.
No surqué tu cielo en raudo vuelo.
Únicamente soy quien te contempla:
el aspirante a lo eterno, a bosque, a fuego.
A verde complemento.

Sobre las huellas del jaguar
anduvo mi infancia.
Arroyos cristalinos besaron mi alma.
Y así descubrí el amor,
mientras jugaba a ser mejor.

Pudo más tu canción que mi silencio,
y desde entonces voy con mi estrépito de sueños
contagiando cada universo.
Tu cuerpo que es remedio,
es también alimento.

Agradezco la fuerza de tu ternura,
el primer instante en tu llanura.
Tus mañanas de sol y de tormenta.
El arcoíris en la puerta,
la sonrisa de mi abuela.

Es en mí tu armonía natural,
salir por tus senderos,
es dirigirme a mis adentros.
Y aunque me aleje,
de ti no me desprendo.

A tu vientre acuden mis versos,
por mí pasa cuanto eres,
tierra húmeda, tierra fértil,
laguna del colibrí,
viento sin fin.

No te sorprendas si me quedo quieto,
si me convierto en bosque,
si soy de fuego.
Es que solo quiero,
ser tu complemento.





sábado, 7 de octubre de 2017

Putumayo Haikú

I

Hojas caídas
cuando las pisan cantan
su despedida.

II

Es luna nueva
sobre tus huellas frescas
dos hojas de hierba

III

El guacamayo
repite lo que digo
pero a tu oído.

IV

Peces recuerda
el Valle de Sibundoy
en la tormenta.

V

El Putumayo
a Pérez de Quesada
apaciguó.

VI

Colibrí azul
tuyas son las estrellas
de mi vereda.

VII

Se ha ido Quintín
mas su voz aún canta
en cada rama.

VIII

El oso andino
prepara sus anteojos
ante el destino.

lunes, 2 de octubre de 2017

Hija de la luna

Ana,
haré música para hacerte aparecer.
Soplaré entre las hojas
para obtener del aroma un par de historias, niña.
Y te las voy a contar.
Ya he invocado un jaguar
y me he puesto a jugar.
Un guacamayo me ha ensañado a pintar.
Un perro -al que no llamé-
me habló de esperar y se comió un pan
que guardaba para almorzar.

Ana,
hay en el sur quien precisa la luz
de tus ojos camentsá,
para apagar el sol
e irse a soñar.

He sigo la ruta de las ardillas,
te voy a invitar para que sonrías.
Hay un campo de granadillas,
un motilón y tres orquídeas.

Mi niña, un quetzal nos vino a visitar.
Está afinando su guitarra,
porque nos quiere acompañar.

Para el cante ya están listas las flautas,
los grillos y las ranas.
Y no tengo duda, que para el mal viento,
tú eres mi cura.
Ahora dime, hija de la luna,
¿aceptarías bailar esta locura?