Sonaron los tambores,
bututos y cascabeles anuncian la llegada
de todos los exiliados de la nostalgia.
Ya es tiempo de las flores,
de abrir los corazones,
de reunir los pasos errantes,
los pasos perdidos en ciudades distantes,
y armonizarlos en un solo baile…
Calmaremos con chicha la sed del viaje,
comeremos en el mismo plato los frutos salvajes
y dejaremos en el equipaje —olvidadas—
nuestras hambres personales.
¡Que la alegría se extienda por el parque!
¡Que la alegría sea de niños y ancianos!
¡Que la alegría contagie por igual a propios y extraños!
Que tu espíritu esté dispuesto a perdonar y ser perdonado,
porque hemos llegado, danzando, al día esperado.
Será la música, serán los cantos milenarios,
será el grito de los antepasados,
serán tus manos lanzando las semillas,
nuestra forma de decir gracias a la tierra por la vida.
¡Que la alegría se extienda por el parque!
¡Que la alegría sea la constante
en todos los hombres y mujeres
que hunden sus pies en el Valle!
Porque hemos llegado, bailando, al Día Grande.
Es muy hermoso festejar las antiguas tradiciones que nos han sido transmitidas con esperanza y alegría, por nuestros antepasados, olvidando y dejando ir todo eso que no sirve y nos impide Ser. Sí compartiendo unidos en Incondicional Amor, que es Paz y felicidad...
ResponderEliminarDamos en el ahora gracias a la Vida que todos Somos.
Hola Pedro, buenas noches, la poesía de su blog es escrita con amor y se la siente, que nunca dejes de escribir, es mi anhelo para tí. Saludos.
ResponderEliminarHola Pedro, buenas noches, la poesía de su blog es escrita con amor y se la siente, que nunca dejes de escribir, es mi anhelo para tí. Saludos.
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